sábado, 28 de noviembre de 2009

agua de mar...

A las 19:00h me he aventurado a irme a la playa a recoger algunos litros de agua para empezar el funcionamiento del acuario. Armado con el bidón de 35 litros de a continuación, me he acercado a una playa del Maresme (Barcelona).


La tarea ha sido un poco ardua, os mentiría si no os lo dijera, sin embargo, a pesar de que hacía mala mar, era de noche con lo que no se veía más allá de dos metros y algunos pescadores me amenazaban lanzando sus anzuelos por encima de mi cabeza, he podido hacerme con 15 litros de agua marina. Debo añadir que la temperatura del agua no estaba tan fría como me imaginaba (16-18ºC), o puede más bien que, al hacer un aire frío en el exterior me haya parecido un contraste menos agresivo.

Tengo dudas sobre con que calidad de agua estoy trabajando al recogerla directamente de una playa totalmente abierta, sin rompeolas que quizás pueda resguardecer más el agua del fuerte oleaje o pueda ayudar a mantenerla limpia alejando restos y suciedad que pueda llegar a la costa. El caso es que es la primera vez que lo hago y he decidido probarlo. Iremos viendo los resultados.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el agua de nuestras costas es sumamente más fría que la del Caribe. La variación dependerá de la época del año en la que se recoja, en el momento en que lo he hecho es de 8-9 grados. Nuestra agua esta entre 16 i 18ºC, mientras que el agua tropical es inamovible durante todo el año, estando fija en 25,5ºC.
Por ese motivo lo primero que hay que hacer es acondicionar la temperatura con un termocalentador. Si se requiere ir más rápido podemos calentar el agua directamente en una cazuela en la cocina.


Lo segundo a tener en cuenta, el cambio de salinidad. Mientras que un arrecife tropical tiene una densidad de 1022-1024, en el mar mediterráneo nos encontramos con 1028-1030, por lo que la condensación de sal en el agua es algo mayor de lo que necesitamos. Para anular esa diferencia basta con mezclar con el agua salada la cantidad necesaria de agua destilada o osmotizada.


Para comprobar la densidad del agua, he usado una densímetro habitual.



Al ver que la medición era correcta dentro de la franja verde de intervalo lo he dado por bueno.


Para que el agua se oxigene debidamente dentro de la urna, he dispuesto un par de bombas MaxiJet de 1200 i 600l/h. Éstas estan enfrentadas entre sí para ocasionar más movimiento, repartido por toda la urna. Es interesante no dejar puntos ciegos que puedan ser acumulaciones de detritus y otras substancias.


He añadido un segundo termocalentador algo más pequeño para ayudar en la tarea de acondicionamiento de temperatura.


Vista general del acuario durante el proceso.


Vista general con las luces de la pantalla encendidas. Puede observarse la presencia del actínico de color azul, que hace destacar un colorido más acentuado.
Utilizo dos termómetros distintos para controlar la temperatura, por las pequeñas variaciones que puede suponer el uso de uno sólo. Entre los dos termómetros he encontrado la variación de dos grados, por lo que he tomado la media de ambos.

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